RELATOS

 'Cambio de planes' 


El calor era abrasador. Seco. De poniente. Y él se detuvo a repasar el plan bajo la sombra del platanero (que para eso lo llamaban de sombra). La distancia apropiada para que le oyeran, para eso también tenía que convertir su tímido susurro en voz clara aunque no alta. Había elegido unas frases con la que no se trababa. Saludar, pedir, comentar algo gracioso y despedirse. Sonreír. Mirarla a la cara. La decisión no la tuvo que repasar ya que si hasta allí había llegado sólo podía hacer una cosa: continuar. 
Una última inspiración como último paso para relajarse y adelante. Cinco metros o menos aunque tras el primero se detuvo comprendiendo que no podría llegar. El sol le ajustició aplastándole contra el suelo. En aquello no había caído y se quedó bloqueado.

Ella levantó la mirada, le observó y comprendió. Ágil pero tranquila sirvió un granizado, salió de su puesto y se lo ofreció. Él se puso nervioso debido al improvisado cambio de planes. Pero la miró y sonrió. De repente se puso serio y acercó la otra mano hacia ella. Ella colocó su palma bajo la suya y él aflojó la mano que parecía estrujar lo que allí tuviera. Cayeron unas monedas. Justas, contadas; aunque ella no lo comprobó. 

"El escalón"- dijo sonriendo. Y se volvió porque más clientes la estaban esperando.

Él apoyó su barbilla en el mando de su silla y la dirigió de nuevo a la sombra. El hielo granizado le calmó el nerviosismo y la sed mientras observaba como ella seguía atendiendo. Cuando acabó se fue satisfecho y con cierto temor a que le regañaran por no haber seguido los pasos indicados.

Nadie le regañó
.


Gracias a Miguel A.